jueves, 4 de agosto de 2022

Vacaciones de Verano

 



Para todos los trabajadores la llegada de Agosto se hacía esperar: disfrutar de 30 días de vacaciones era una conquista muy importante que podías  disfrutarlas y recuperarte de las largas jornadas de trabajo en la fábrica o en la obra.

 

Para los emigrantes  las vacaciones de Agosto eran la posibilidad de regresar al pueblo y reencontrarte con la familia después de un largo año de ausencias.

No se necesitabanla Guía Michelín ni agencia de viajes para organizar el verano. Las vacaciones se pasaban en el pueblo y sanseacabó. Y a menudo era la mejor opción, sobre todo para los más pequeños.

Con dos meses de antelación muchos   andaluces, extremeños, gallegos...ya habían “reservado”sus billetes para las vacaciones de Agosto. El medio más utilizado era el tren de los dos nombres:El Sevillano si lo cojias en Barcelona y El Catalán si el viaje era a la inversa.Pero quien no se recuerda de aquellos semi clandestinos autocares Pegaso, que partían sin cesar desde el Bar Extremeño, el que estaba situado en Jacinto Verdaguer  con Irlanda.O aquel otro que salía del Bar Benamejí de la Banus Baja.

¡Cuanta ilusión   salir para el pueblo!. 

Siempre salíamos de Santa Coloma a las cinco de la tarde,pero de Catalunya  no salíamos antes de las 12 de la noche; debido a que los autocares debían recoger pasajeros en L’ Hospitalet, Cornellá, Sant Féliu de Ll…  y hasta en algún barrio de Tarragona.

Conscientes de ese larguísimo viaje,nuestras madres, solían preparar suculentas fiambreras repletas de pollo y conejo al ajillo. 


El viaje en autocar  siempre se realizaba de noche, para así evitar a la guardia civil caminera. Aunque alguna que otra vez eran cazados por los de la Benemérita y por ello debíamos perder más de una hora,al borde de la N340 ,mientras se instruía la denuncia por carecer, el propietario del autocar, de permiso de transporte interprovincial. 

   El viaje por tren era más cómodo. Pero no todos podíamos viajar en él., al agotarse los billetes enseguida. Pero el recuerdo que aún permanece en nuestra memoria eran aquellas voces de los andenes que pregonaban: ¡Navajas de Albacete!!! , y las ricas naranjas de la huerta Valenciana.Aún hoy , cuando paso con mi vehículo por esos lugares, le suelo comentar la anécdota a los que me acompañan.

    Bienvenida la modernidad, pero los 1 de Agosto de ahora en nada se les parece a aquellos otros que nos hacían enloquecer: Regresábamos  al pueblo a  reencontrarnos con los primos y con los amigos de la niñez. ¡Que tiempos aquellos, que ya no volverán !.



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