Cuando salí de mi tierra
No había andaluz gallego, extremeño,
castellano, ….que pudiera evitar unas lágrimas ,o sentir una gran nostalgia,
cuando Juanito Valderrama cantaba
aquella copla de: “Cuando salí de mi
tierra volví la cara llorando, porque lo que más quería atrás lo iba dejando”.
Eran muy normales aquellos sentimientos,
no en
vano te expulsaban de tu tierra, de tu niñez, de tus familiares, de tus amigos. ¿Pero quién nos expulsaba?, ¿Quién nos enviaba a cientos, miles de kilómetros de Andalucia o de Extremadura ?. ¿Quién o quienes ni se inmutaban cuando atrás dejabas tu casa cerrada y llorabas como un descosido?.
vano te expulsaban de tu tierra, de tu niñez, de tus familiares, de tus amigos. ¿Pero quién nos expulsaba?, ¿Quién nos enviaba a cientos, miles de kilómetros de Andalucia o de Extremadura ?. ¿Quién o quienes ni se inmutaban cuando atrás dejabas tu casa cerrada y llorabas como un descosido?.
Somos muchos los andaluces, y de otras latitudes ibéricas, que sí hemos
encontrado las respuestas correctas a todas esas preguntas sobre el drama de la
inmigración, como se las deben estar
encontrando esos nuevos millones de emigrantes y refugiados. Creo que nadie
tendrá duda de señalar a los culpables de que más de un millón de andaluces
acabáramos abandonando nuestros pueblos
y aldeas en busca de aquel futuro incierto que ellos nos negaban: Los
terratenientes y la dictadura franquista. Si
algún andaluz o andaluza aún duda de ello que se lo haga mirar, porque
aún debe andar en las nubes de Valencia.
Pero estamos hablando de los años sesenta del siglo pasado. Hemos tenido
tiempo de acordarnos de los muertos de los terratenientes y de toda la curia
religiosa que los arropaba. También hemos adquirido todas las colecciones
musicales de los mejores cantaores de flamenco. Hemos regresado cada semana
santa y cada Agosto a nuestro pueblo. Nos hemos alegrado de que Marinaleda sea
el pueblo andaluz más combativo y rebelde de la península. Pero también venimos
observando cómo los nuevos
terratenientes de la política se han
apoderado de Andalucía. Y con ello sus consecuencias: Nuevamente… cientos de miles de jóvenes andaluces se ven
obligados a emigrar, pero a diferencia de nosotros que éramos analfabetos; ellos tienen carrera universitaria y mejor
preparación profesional.
Y ante este oscuro panorama ¿ que
papel debemos jugar los inmigrantes que ya nunca volveremos a nuestra tierra,
si no es de vacaciones?. Para la mayoría de nosotros no hay dudas: O te
integras allí donde tienes el techo cotidiano, o serás un desarraigado crónico.
Ejemplo personal: En los años de la
dictadura defendimos a Catalunya en lo que tocaba: Libertad ,amnistía i estatut de autonomía.Defendimos
la escola catalana para nuestros hijos( mi hija es profesora de matemáticas y
lo ejerce en catalá). Mi hijo se siente catalá cien x cien (mi pareja es de
Salamanca). Y, encima, durante el año
voy dos o tres veces a mi pueblo de Jaén. Y a esto, los sociólogos, lo
denominan “la integració sense traumes”.
Ahora se presenta el 1 de Octubre; donde la mayoría del Parlament de
Catalunya ha convocado un referéndum: Para decidir si queremos continuar en el
Estado español o, por el contrario, la mayoría del poble catalá decide ser
independiente. Una cosa tan sencilla y democrática, teniendo en cuenta toda la
historia cultural y política de Catalunya, es atacada por los mismos que nos
expulsaron de nuestra tierra, los terratenientes del PP y apoyados por los
nuevos señoritos andaluces, los del PSOE y Cs.
Personalmente no tengo ningunta duda de lo que haré el próximo 1-O:
Apoyaré el referéndum y posiblemente votaré SI a la independencia. Y he llegado
a esa conclusión porque es la única forma de avanzar hacia un estado
democrático y europeo. Si permanecemos en esa
España que no quiere avanzar hacia la modernidad y el progreso, es muy
posible que muchos de mis paisanos andaluces tengan que coger las maletas y
buscar certidumbre en otras tierras. Con lo cual la rueda del drama
inmigratorio se eternizará.
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