martes, 2 de agosto de 2022

EL CIS , LA TELE Y LA MADRE QUE LOS PARIO




 ¡Que asco de tele!- gritó el Gabriel,mientras de malas maneras la  apagaba. Y es que  ésta no paraba de emitir la última encuesta del CIS. Unos resultados infumables que estaban destinados a esa gran masa de  electores que ayer votaron PP, Ciudadanos, Vox.. y ahora tocaba votar socialista del PSOE, pero anteriormente se tubo que tragar la murga de la pandemia, mientras que desde el fondo del pasillo Angustias, su esposa, no paraba de advertirle que se acercaba otro gran temporal con nevada incluida, más grande que la que tuvieron los madrileños de Madrid .  


- Las desgracias nunca vienen solas. Y ahora solo falta que la burra se ponga de parto- susurró el pobre Gabriel.

-¡ pero si ya  apenas quedan burritas!, cambia de una vez tu arcaico vocablo- le reprimió Angustias, su mujer.

-Recoña..¿ que más puede suceder para que venga el fin del mundo ?    , ¿ acaso la humanidad está preparada para soportar otra guerra mundial?- Le respondió cabizbajo Gabriel.

- Deja  ya de decir barbaridades , tú siempre estás pensando en lo peor. Mejor vete a dar una vuelta por la montaña a ver si de tu cabeza desaparecen todas esas manías, ¡ah! y no te olvides de ponerte las mascareta -le aconsejó Angustias.


EL Gabriel hizo caso de su mujer y se encaminó hacia la montaña, no sin antes ponerse su vieja gabarda y coger su artesano bastón .

- No me vengas muy tarde, a las lentejas les falta una hora para apartarlas -sintió Gabriel que le decía Angustias.


-¡Menos mal que puedo hablar contigo! -exclamó Gabriel con desasosiego cuando se cruzó con su amigo Fernando.


-¿A donde vas company con esa cara de perro? -interrogó a Gabriel, su amigo  Fernando.

- A donde no lleguen las ondas electromagnéticas- le respondió de un tirón. No hay quien aguante la tele: Unas por oficialistas de los que están gobernando, y las otras por el facherío y la tele basura.


- Siempre puedes echar mano de la literatura -le aconsejó el Fernando.

- Ya estoy más que harto de tanta mentira , lo que hace falta es salir a la calle y recuperar las barricadas. No hay otra solución que la Revolución , para frenar a toda esta gentuza que nos gobiernan – Le respondió Gabriel, con los ojos abiertos como puños .


- Calmate amigo todo llegará, el tiempo pondrá  a cada uno  en su sitio- lo intentaba soliviantar Fernando.

- ¿ Calmarme me pides? Y un carajo, ya no lo soporto más- Gritó fuera de sí Gabriel, mientras golpeaba fuertemente con su bastón una vacía lata de cerveza, que un grupo de jóvenes se  habían bebido en el parque de la calle Navarra ,de forma semi clandestina, la noche anterior .


- Bueno... señor revolucionario, avísame cuando vayáis a tomar el Palacio de invierno –  le bromeó Fernando mientras se despedía de Gabriel.

- Menos bromas con esto, muchacho, menos bromas- le murmuraba Gabriel, sin apenas mirarlo.



  

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