domingo, 23 de agosto de 2020

¿Somos la segunda generación perdida?

 



                                        

         

    Duro fue el tiempo del confinamiento, pero más duro está siendo el verano: no cesan los brotes del COV-19 ni tampoco la semilla que los extiende. A veces culpan a los locales de ocio de que no remitan y otras culpan a los jóvenes y a sus botellones. Sin embargo nadie se reprime de reunirse con amigos y familiares  -soy uno de ellos- para compartir unas birras o una comidica.Y todo lo realizamos como si fuera el ultimo acto lúdico de nuestra vida, como si fuéramos a contagiarnos en cualquier momento y hubiéramos desaprovechado el ultimo atracón culinario, rodeado de los amigos y familiares. Y así llevamos reincidiendo en el comportamiento quotidiano, desde que en Junio superamos la famosa tercera fase: comer,beber y nada de distanciamiento social preventivo anticontagio. En realidad estamos imitando el comportamiento de la ”Generación Perdida”, que así llamaron a la generación que padeció los efectos mortíferos de la primera y de la segunda guerra mundial: Hartos de muerte y más muerte optaron por vivir la vida como  una fiesta interminable , ya que temían ser ellos las próximas victimas. Así fue como la mayoría de ellos fallecieron, no como victimas de las guerras, sino por haberse auto destrozado sus hígados y páncreas.

Mucha gente de mi generación,criados en la lucha por la democracia y en contra de toda opresión, acostumbrados a la sencillez en todos los aspectos de la vida: Comiendo y bebiendo lo justo a sabiendas que existen millones de personas que no prueban bocado, no acabamos de romper esta nueva cadena de ¡Queremos festa, la vida es una festa!! y nos adherimos a ella aunque sea a regañadientes,  no vaya a ser que el puto COV-19  nos enganche y nos lleve palante.


Tengo ganas de que finalice el verano, a ver si el govern,el gobierno , o la madre que los parió a todos, dejan de pensar en la puta economía y optan por alguna medida disuasoria  anticontagio, para que por lo menos  los fallecidos solo lo sean  por el COV19 y eviten que revienten los  hígados y los Páncreas del personal fiestero. ¿Que es duro lo que escribo? , más duro es soportar y ver los numerosos botellonazos y  reuniones masivas del resto del personal,con la mascaras cubriéndoles   los pescuezos, que al recibir alguna critica por su comportamiento siempre te responden: “Que de algo hay que morir”.

 Ernest Hemiway (1899-1961),escritor y periodista norteamericano, uno de los representantes genuinos de la generación perdida, después de estar presente en la primera guerra mundial, en la guerra civil española y en la segunda gran guerra, cubriéndolas como periodista, solo padeció  pequeños arañazos en ellas. Acabó suicidándose   porque ya su cuerpo no podía celebrar más fiestas,debido a que su  hígado estaba hecho  trizas de haber engullido tanto Mojito y Daikirí.


Pues eso.. que llegue Septiembre, a  ver si cambiamos la dinámica y rebajamos el número de muertos y enfermos crónicos por culpa de tanta Fiesta