Otra oportunidad perdida

 

 Muchos jóvenes de la década de los setenta, del siglo pasado, estábamos  fascinados por la libertad. Se avecinaba un gran cambio después de cuarenta años de Dictadura. Solo había tiempo para las veladas revolucionarias y discusiones políticas que casi no llevaban a ningún lugar. Era la época  de las canciones de la esperanza, en todos los idiomas. Siempre había voluntarios para preparar las pancartas  y pintar con esprai  las paredes de las calles;  consignas de rebeldía. Casi todo era espontáneo. Y hasta los discursos se improvisaban . Un día grande de la década  de los setenta fue cuando miles de jóvenes  salimos a la calle celebrando la victoria del Vietcong sobre los imperialistas yankees.Aqui todos soñábamos que la próxima victoria sería  la nuestra:
La Dictadura de Franco estaba a punto de caer. Y por ese y otros motivos los jóvenes de mi época salíamos a la calle cantando La Estaca, la Cara al Vent y el Himno a la libertad de Labordeta.Después, bastante después , se llegó a la conclusión que las fuerzas de izquierda no lo eran tanto, porque el resurgir del franquismo los dejó en ridículo.Y así nos va: Otra oportunidad de avance y modernización del Estado que se nos fue a la mierda.