martes, 21 de julio de 2020

Na fent


Hoy, despues de bastante tiempo, acompañado de mi bicicleta Canondale, me atrevo a subir la Ganga, montaña de las Gavarres. Nada más encarar los primeros repechos de éste puerto de tercera categoría empiezo a visualizar algunos mensajes escritos en el asfalto con esprai blanco: Na fent, plato grande, faltan 2KPM...Pero Na fen t es el mensaje más repetitivo en los 7 km de subida. Se desprende, por la insistencia que lo pintaron, que Na fent significa: dosifica, pedalea a tu ritmo, no desfallezcas,de lo que se trata es llegar arriba, la Ganga es muy dura... Pero tú Na fent.
Y mientras subo el puerto gavarres, haciendo caso del Na fent, no puedo dejar de hacer un paralelismo con respecto a la vida quotidiana de la humanidad. ¿ Cuántas veces debemos superar los grandes y casi insuperables muros que nos suelen poner aquellos que disponen de poder para hacernos la vida más que imposible? . ¿ Y  cuántas veces hemos tenido que Na fent para superarlos y alcanzar nuestras metas? Igual que el ciclista, que ha de cambiar de plato y de cadencia en el pedaleo para no desfallecer en la mitad del puerto, los humanos deberemos aprovechar los flujos y reflujos de nuestras luchas cotidianas para, al final, conseguir frenar los embates antisociales de los poderosos y para llegar a la victoria. Na fent... recordeu. 






jueves, 16 de julio de 2020

Hoy no hablaré del COV-19



En unas de las ocasioness que actuó en nuestra ciudad el actor  italiano Leo Bassi dijo: Que la historia, para entenderla bien, es necesario analizarla en el contexto de periodos largos,no en mini espacios de tiempo. Y lo afirmaba para subrayar que las fuerzas del  mal, tarde o temprano, caen, pero eso sí para que ello ocurra se les ha de combatir, si no se les combate, o simplemente se hacen remiendos pactictas con ellos, las fuerzas vivas del enemigo y de la humanidad suelen eternizarse en el poder, con las graves consecuencias, sociales y económicas, que esa situación inmovilista deben soportar los de siempre, los de abajo. 
Y la respuesta a la  pregunta que todos nos hacemos de ¿ Qué  hacer? para derribar las murallas de la desigualdad, de la injusticia y de la falta de una auténtica libertad, no son nada sencillas,pero seguro que de haberlas haylas. 
Muchas personas de nuestra generación , años 70, hemos probado todas las tácticas y estrategias para derribar esas altas murallas,con desigual resultado: hemos  conseguido traer, a medias , una democracia. Pero ésta se consiguió cuando teníamos acorralados a los partidarios del régimen fascista de Franco, y cuando pretendíamos implantar un auténtico sistema democratico, entonces vinieron los pactistas del PSOE y PCE  y dieron oxígeno salvapatrias a los herederos franquistas - para evitar males mayores-dijeron. 
Hoy, cincuenta años después , las fuerzas del mal: PP, Cs, VOX, han conseguido recomponerse, con una agresividad propia de los partidos neofascistas,  no cesan, con serias amenazas,  de pregonar abiertamente en arrebatarnos el débil régimen del 78.
Si tuviéramos que enumerar la balanza de resultados, durante éstas cinco décadas transcurridas, comprobariamos que el de pérdidas de derechos sociales se llevaría la palma.
¿ Pero quiere decir esto que debemos renunciar a  seguir combatiendo por un ese otro posible mundo, más justo libre y solidario?. 
De hecho muchas de nosotras nunca nos dimos por vencidos y aquí seguimos en la trinchera de la no resignación, intentando denunciar: a los falsos demócratas , a los vividores de la política. Porque nuestro objetivo no es otro que recuperar todo el terreno histórico perdido y marchar unidos, hasta la victoria siempre- que diría nuestro querido Che. 

sábado, 4 de julio de 2020

Meditaciones pandémicas (2) (Las flores)








Olvidamos las flores, muchas de nosotras que vivimos en los suburbios de la ciudad nos habíamos acostumbrado a vivir sin el color-y el olor- de las flores, el sistema consumista nos obligó a creer que eran prescindibles e inútiles . Ese olvido nuestro sobre la necesidad de estar rodeado del multicolor floral arruinó a los artesanos que fabricaban macetas de barro y, lo más grave, borró de nuestra memoria la necesidad de hablar con nuestras plantas, sobre todo con las más alicaídas, aquellas que necesitaban de nuestro aliento para salvarlas. Recordar que antes de que nos visitara el COV-19 solo nos acordábamos de las flores para Sant Jordi y para regalar un ramos de ellas a los seres queridos que nos dejaban.
Y gracias a una maldita endémica,que nos hizo prisioneros en nuestros cincuenta metros cuadros hipotecados, descubrimos la fealdad de nuestras desnudas cuatro paredes y que teníamos unos ridículos y minúsculos balcones,a través de los cuales también descubrimos que la señora Pilar, aquella octogenaria vecina que vivía en los bajos de nuestro bloque, mimaba a una cincuentena de macetas con unas plantas de flores totalmente desconocidas para la mayoría de nosotras: Orquideas, claveles,rosales,camelias,las plumas de santa teresa, margaritas, cactus, tulipanes, agapantos, jazmines,crisantemos,gardenias,alhelís…..Y como a partir de entonces le empezamos a dirigir la palabra,bendita hora, a la olvidada y “loca” señora Pilar:
Señora Pilar ¿desde cuando tiene usted esas hermosas flores?, ¿esa roja con la flor tan grande como se llama? ¿se harían esas flores de usted en mi balcón?.-Esas y decenas de preguntas similares aguantaba con santa paciencia la señora Pilar. Y así sucedió, mientras duró el confinamiento gubernamental que cada tarde, durante los aplausos a los sanitarios de las ocho de la tarde, como fue que fueron apareciendo incipientes macetas en los balcones pelados de los vecinos de la señora Pilar. Y menos mal que el gobierno y el señor Simón dieron la orden de que pudiéramos salir a la calle, porque de haber sido prorrogado el confinamiento unos días más; nuestras grises y feas fachadas de antes de la llegada del corona virus, no tendrían que envidiar para nada a los patios cordobeses que vemos en el Facebook.





jueves, 2 de julio de 2020

Meditaciones pandemicas (1) Reflexiones sobre el confinamiento




-¿Tú crees que alguien me ha echado de menos, después de dos meses del confinamiento gubernamental ?Nadie. Lo digo sin resentimiento . Para mi el final del encierro pandémico fue como una liberación. Algunos amigos me pedían que siguiera escribiendo , porque todo el mundo necesitaba mi orientación espiritual, pero la realidad era que los graves acontecimientos del COV-19 me habían superado. Y me había convertido en un reo más del gobierno.

-Hagas lo que hagas la gente, la inmensa mayoría, solo obedece las directrices del gobierno, para bien o para lo contrario, recuerda la época nazi: pocas y pocos eran los que se rebelaban contra Hitler, a sabiendas que sus cuerpos solo saldrían de los campos de exterminio por las chimeneas.

-Exageras demasiado.

-La gente, en estos casos de crisis o alarma general, no lee, no piensa,solo obedece.

-Eso es verdad, el pueblo en general se conformaba con la pomada del Sr. Simón.

-¿ Y ahora como estás, te sigue afectando todo esta incertidumbre ?

-Coño!!, ¿ quién es la guapa que presume de estar libre de pescar el virus? .Eso sí ahora he salido del bucle general de idiotez. Y de lo que dicen los de arriba no me creo ni la mitad. Estoy enganchado a las opiniones de algún honrado científico, con reservas.

-Yo, al principio, creía que todo esto es una broma y me hacía reir, pero cuando de repente me llegaron noticias del fallecimiento de algún conocido o lo mal que lo estaban pasando otros colegas, entonces caí en la cuenta que el puto virus venía a por nosotros.

-Lo mismo le pasó al gobierno: como no tenían reservada una simple mascarilla anti contagio y los sanitarios carecían de los EPIS mínimos necesarios para enfrentarse a la avalancha de ingresos en urgencias, tiraba balones fuera, restando gravedad al COV-19.

-Cabrones. Se perdió un tiempo precioso por culpa del desabastecimiento total del material sanitario adecuado. No sabían donde adquirirlos ni a quien. Por eso los engañaron, vendiéndoles material defectuoso .

-Y eso lo pagaron con la muerte, los contagiados graves. Sin embargo ellos seguirán con la opacidad de costumbre.

-Así es amigo, así es.