viernes, 27 de noviembre de 2015

El adiós de un ateo a un cura ROJO




Ayer tarde-noche asistí al acto homenaje a LLuis Hernandez, el primer alcalde de Gramenet en  la democracia. Acudí por disciplina militante.No tenía pensado hacerlo,pero como no pude acudir a su funeral en el mes de Julio me remordía la conciencia y  pensé que Lluís no me lo perdonaría nunca.
Yo no puedo presumir de haber sido compañero  de lucha de Lluis; el cura rojo, mi partido no era el suyo.El PSUC estaba por la reconciliación  nacional y el mio por la  revolución. Yo nunca  voté al LLuis, porque votaba a mi partido revolucionario;el mismo de la Gabriela Serra y el de Pitarque. Tampoco le solicité  que me colocara en el Ayuntamiento, me lo prohibía mis perjuicios marxistas leninistas pensamiento Mao setung. Y hasta que Lluis no volvió a la tierra de los mortales; es decir, hasta que le abandonarón todos los que de él se aprovecharon,   jamás antes le dirigí -ni me la dirigió- la palabra. La primera vez que pudimos hablar de tú a tú él ya no era alcalde, ni hacia la revolución y casi tampoco le dejaban ser cura de una parroquia; era un hombre que andaba buscando, despues de todo lo que había caminado, sus señas de identidad, esas que buscamos todos y todas cuando nos sentimos abandonados por los colegas,los camaradas y los suncorde. Fue en una cena de esas que hacen los amigos antes de navidad, en un restaurante que existía en la estación de Francia. Eramos gente futbolera, aquellos  ilusos que inténtabamos subir a la Grama a 2 división -antes de que el club callera en las manos de las que después calleron. Lluis era periquito, del Español, porque él siempre apoyaba a los más pobres, y el club de Sarriá lo era con respecto al Barça-según Lluis. Pero tambien era de la Grama. Y en esos días de los que escribimos, de cuando Lluis solo era una persona normal,sin cargos, ni altas responsabilidades socio políticas, a él legustaba  venir a ver la Grama. Y como yo era un carguillo del club, gracias al amigo Antonio Morales, disfrutaba de ese pequeño privilegio de hablar con las personalidades que acudían al palco. Pero fue en la vetusta y majestuosa estación de Francia, durante el transcurso de la cena y, después, conduciendo mi auto desde  allí  a Santa Coloma, que abusé de su paciencia y le lancé mil preguntas del porqué y del cómo los socialistas se  habían apoderado de su hermoso proyecto de hacer una ciudad humana y sostenible. Muchas preguntas mías tuvieron  respuestas sinceras de Lluis, a otras, sin embargo, me respondía con una sonrisa complice.Respuestas que no reproduzco por respeto y por no perder otro puñado de amigos. 

Lluis levantó pasiones entre los vecinos y vecinas de Gramenet, tantos que ningún partido a su izquierda era capaz de colarse con un concejal en el ayuntamiento. Pero las prisas de sus sucesores  para retirarlo de la vida politica, por los malditos pactos de reparto de cargos, hicieron imposible el capitalizar la imagen y los logros que  él y un montón de militantes de su partido lograron para la ciudad. El resultado de esas malas estrategías son evidentes hoy; Eterna mayoria absoluta socialista  y formas de gobernar la ciudad que nada tienen que ver con el humanismo de Lluis.
Cuando anoche  llegué a casa,  después del acto homenage a Lluis, me puse a escribir las sensaciones y los recuerdos que me iban llegando. Debo admitir que escribí mucho y que borré mucho más.¿ Para que levantar ampollas y heridas que a nadie le importa un rábano?. Por lo que cambié el chip y empecé a pensar en positivo, que por eso se acerca navidad y a  Lluis le encantaba el nacimento del niño Jesús.Y así fue como pude recuperar este escrito que escribí este verano, pensando en él, cuando nos dejó definitivamente.
  
                        El adiós de un ateo



 Perdonen el atrevimento, pero esta noche estuve en vela rebuscando en el fondo de los bolsillos las palabras exactas para despedirme  de Lluis,que nos dijo adiós ligero; de equipaje, pero con un legado infinito que solo la     Serra Marina de su pueblo podrá darle cobijo.
Solo quiero despedirme de él,pero  antes necesito explicarle, a los que no le conocieron, quién y como era.
Lluis fue ¿ cómo diría?: Un observador del alma, ese vigía que recorrió medio mundo para, al fin , anidar, definitivamente,  en la ciudad más fea y pobre de Catalunya.
Él era ese ser con alta fé, pero sin credo,que  respiraba alegría y que sacó a pasear entre surcos la locura . Y anduvo  caminos sin apenas miedo.Fue ecologista y pintor de emociones, que inundaron su ideario,a veces firme, a veces cristiano, pero siempre solidario.
Ante todo fue un hombre bueno, catalán nacido pero universal  reconvertido,que, obligado por los poderosos, renunció a sus hermosas y sencillas parroquias. 
Riobamba,Gramenet,los barcos de la mar,Badalona…hasta dominar todos los paisajes, donde germinó su mensaje de  revolución, paz y esperanza. Un ir de aquí para allá, un sin perseguir  gloria, todo los contrario; sencillez rayando la miseria. 
Lluis fue Sancho y Don Quijote. A veces ponía la mejilla y otras te daba con el garrote de las injusticias sociales, siendo el garrote  una pluma llena de letras, de lava,de lágrimas, que corren cual manantial ,buscando la paz y la  armonía.
Hoy,Lluis, cuando no fallastes a la llamada eterna de tu Dios, nos has dejado un nudo en la garganta. Porque sabemos que hombres como tú nacen cada  mil años.
Repetiremos con esperanza todas las canciones que un día nos hicistes  oír.,aquellas que  hablaban de justicia y libertad. Ellas también te acompañaran a tu  cielo y  alli, desde las más altas nubes  no permitías contemplar como intentan destrozar el universo,tan frágil, tan fresco, que tú nos enseñastes a respetar.
Ahora, sin ti, deambularemos  sin rumbo un tiempo, hasta volver a  encontrar otra voz semejante a la tuya. Mientras, aquí nos tienes, a tu disposición, para que tu legado no se pierda en el olvido interesado.


FERMIN CHUECO ARTERO, 22 Julio del 2015