Fragmento del el Libro "El tiempo pasado que se fue"
Al
abuelo, a Catalina y a sus siete hijos les cogió el final de la
guerra en Mengibar, un pueblo cercano a la capital de Jaén. El
abuelo Frascuelo durante los tres años que duró la guerra, se
limitó a buscar recursos para poder alimentar a sus siete hijos,
donde el mayor, el tío Fermín apenas contaba quince años y el
menor, tío Siscu, solo tres., por lo que decidió volver al pueblo
con toda la familia. No tenía miedo a las represalias de los
falangista locales, simplemente porque su papel en aquellos años de
República se había limitado a ser militante de base del Partido
Socialista. Pero les faltó tiempo a los fascistas de Lopera para
prenderlo, acusarlo y condenarlo, en un sumarísimo proceso militar,
a diez años de cárcel.
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