(...) Mi
calle, de
las Casas Nuevas,
se convertía desde donde hoy está la Piscina Municipal hasta el
mismo Cuartel de la Guardia Civil, en un auténtico Polideportivo
para los niñ@s de mi barrio: Al no transitar por aquella época
ningún automóvil, el juego de la pelota solo se detenía cuando
pasaba algún borrico o mulo, por miedo a que se espantasen, o cuando
un pelotazo manchaba de barro las blanquecinas paredes de las casas
y, Dolores la “Tallera”, nos corría a escobazos.
Los
niños
que jugaban al juego de la “Pita” solían situarse en el camino
Arjonilla, para evitar saltarle un ojo a nadie. Las niñas también
tenían su espacio para jugar al “conchanfle” y la comba. Y en el
patio de la escuela ellas jugaban a “papás” y “mamás”, a
las “comidícas”- donde la sartenes y demás utensilios de
cocinar eran envases de lata de conserva recicladas- ¡ aquello si
que era reciclaje ecologista! y los garbanzos eran redondos chinos
que los había por cientos en todos los lugares .
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