Antonio
Chueco , el abuelo Papa Nono, fue heredero de unas de las familias
más pobres y humildes de Lopera. Nació y murió en una sencilla
casa en los arrabales del pueblo,cuya planta baja estaba compuesto de
la sala de estar- comedor, con suelo de tierra y una sencilla
habitación matrimonial sin puerta. En el piso superior, una
camarilla albuardillada, abierta y sin tabiques de separación, con
un entretecho de jarae, que el abuelo segó en las orillas del
Salado - afluente loperano del Guadalquivir. Allí , en duras camas
con colchones de paja y borra, crecieron los cuatro hijos de Juana y
Antonio: Ana, Silvestre, Antonio y Perico- mi padre.
Al
contrario que el abuelo Frasco ,que siempre estuvo interesado en los
temas de la República, el abuelo Papa Nono mantuvo siempre una
postura equidistante con todo lo relativo a la política.
Posiblemente afectado por la muerte temprana de su mujer, la abuela
Juana, al tener que compartir el cuidado de los hijos con la tía
Ana, la mayor de sus hijas. Su objetivo principal y casi único en la
vida era tirar palante a sus cuatro hijos .
No hay comentarios:
Publicar un comentario