En la estación de Villa del Río, la
pareja de guardias civiles se acercaron con paso firme hacia donde
estaban mi abuelo Frascuelo y sus siete hijos.- ¿ Que sucede
aquí?,¿Que es todo este alboroto? -preguntó el cabo.
Mi
abuelo Frascuelo, sacando fuerzas de flaqueza, se abrió paso entre
sus hijos y con voz calma le respondió al cabo: -Me llamo Frascisco
Artero ,y acabo de llegar en este tren procedente de Toledo,donde me
acaban de dar la libertad condicional.
El
cabo de la guardia civil, aparentando más autoridad de la que le
pertocaba, le exigió a mi abuelo que le enseñará la documentación
que certificaba su libertad. El abuelo Frasco sacó de un sobre color
sepia, un documento rosa salmón, con el membrete de la
dirección general de prisiones, donde se podía leer :
“Francisco
Artero de la Torre , ha sido puesto en libertad condicional, hasta
que el alto tribunal pertinente revise la causa por la que el reo fue
condenado.
Y
para que conste y a petición de cualquier autoridad Firmo el
presente salvo conducto en
Toledo,
14 de Abril de 1946
El
Capitán General de la I Región Militar (...)
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