jueves, 2 de julio de 2020

Meditaciones pandemicas (1) Reflexiones sobre el confinamiento




-¿Tú crees que alguien me ha echado de menos, después de dos meses del confinamiento gubernamental ?Nadie. Lo digo sin resentimiento . Para mi el final del encierro pandémico fue como una liberación. Algunos amigos me pedían que siguiera escribiendo , porque todo el mundo necesitaba mi orientación espiritual, pero la realidad era que los graves acontecimientos del COV-19 me habían superado. Y me había convertido en un reo más del gobierno.

-Hagas lo que hagas la gente, la inmensa mayoría, solo obedece las directrices del gobierno, para bien o para lo contrario, recuerda la época nazi: pocas y pocos eran los que se rebelaban contra Hitler, a sabiendas que sus cuerpos solo saldrían de los campos de exterminio por las chimeneas.

-Exageras demasiado.

-La gente, en estos casos de crisis o alarma general, no lee, no piensa,solo obedece.

-Eso es verdad, el pueblo en general se conformaba con la pomada del Sr. Simón.

-¿ Y ahora como estás, te sigue afectando todo esta incertidumbre ?

-Coño!!, ¿ quién es la guapa que presume de estar libre de pescar el virus? .Eso sí ahora he salido del bucle general de idiotez. Y de lo que dicen los de arriba no me creo ni la mitad. Estoy enganchado a las opiniones de algún honrado científico, con reservas.

-Yo, al principio, creía que todo esto es una broma y me hacía reir, pero cuando de repente me llegaron noticias del fallecimiento de algún conocido o lo mal que lo estaban pasando otros colegas, entonces caí en la cuenta que el puto virus venía a por nosotros.

-Lo mismo le pasó al gobierno: como no tenían reservada una simple mascarilla anti contagio y los sanitarios carecían de los EPIS mínimos necesarios para enfrentarse a la avalancha de ingresos en urgencias, tiraba balones fuera, restando gravedad al COV-19.

-Cabrones. Se perdió un tiempo precioso por culpa del desabastecimiento total del material sanitario adecuado. No sabían donde adquirirlos ni a quien. Por eso los engañaron, vendiéndoles material defectuoso .

-Y eso lo pagaron con la muerte, los contagiados graves. Sin embargo ellos seguirán con la opacidad de costumbre.

-Así es amigo, así es.

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