martes, 9 de enero de 2018

GRAMENET EN LA ENCRUCIJADA

                                   

                                 
   Mucho tiempo antes de que el Procés Catalá alcanzara su punto más álgido, la proclamación de la Republica Catalana en el pasado mes de Octubre, declarados amigos independentistas de Barcelona,  nos animaban a que difundieramos entre las gentes de Gramenet:  “Que si Catalunya alcanzaba su plena libertad con la independencia, nuestra castigada ciudad( 12.000 personas sin empleo, cientos de deshaucios, jóvenes que no pueden acceder a la universidad por falta de recursos,etc,etc.) sería una de las ciudades  más favorecidas por las políticas sociales que emprendería la Republica”.  
   Estábamos convencidos que  eso seria así. Era la única manera de  que Gramenet dejara de ser el Bronx de Barcelona.   No de manera idealista, pero sí que  sería tenida más en cuenta de que  lo ha sido durante las últimas décadas; donde las políticas reformistas de los partidos del 78 apenas si se acordaron de nosotros. Y cuando lo hacían era   para la especulación  y la corrupción. Gramenet, para los oportunistas, solo éramos unos simpáticos inmigrantes, incapaces de adaptarnos a la cultura catalana. Eso sí, a través de la telebasura nos solicitaban que les diéramos el voto de forma gratuita y que el paro y las desigualdades acabarían de forma milagrosa .
     En Gramenet han votado más de 61.000 personas: Veinte y cinco mil lo han hecho a Cs-PP y catorce mil y pico han ido a parar al  PSC. En total 39.000 votos en contra de Catalunya y de su esperanzador futuro republicano.  Solo 22.000 votos se pueden contar como  progresistas. 
  Pero…¿ Porqué una parte importante de las buenas gentes de Gramenet han dado su voto a Cs, PSOE,PP, los  que solo quieren engrasar las cadenas de la actual situación de  necesidad colectiva?.
   Ahí está la cuestión: Tan solo 14.000 colomencs, de un total de 61.000, han votado nítidamente que Catalunya sea independiente para  marcharse de un Estado que solo produce desigualdad y corrupción. Es verdad que también están los 6.000 votos de  los equidistantes comunes.
   La realidad de Gramenet  duele, y mucho, a sabiendas de que el voto emitido por más de la mitad de sus electores han ido a parar a la derecha ultra liberal y a los colaboracionistas socialistas.
 Según los entendidos, las clases trabajadoras, del otrora llamado cinturón rojo, han caído en la trampa del populismo. Y de forma inconsciente han dado vía verde para alargar   la situación desesperada por la que están pasando muchas familias.
   Los teóricos progresistas de la izquierda no paran de pregonar que no hay que alarmarse, ni dar  por perdida la batalla democrática. Y nos recuerdan que ya supimos reponernos cuando se combatía a la Dictadura. Por lo tanto, para recuperar los valores de la clase trabajadora, solo queda levantarse y aumentar el trabajo pedagógico entre las personas que han caído en la trampa, tendida por los poderes facticos y económicos del Ibex 35, y hacerles ver su error.   
  Así lo hizo  Cincerón; el primer humanista de Roma, el maestro de la oratoria y defensor de la justicia, que se afanó durante décadas por mantener la Republica ante los ataques de Julio Cesar y otros Emperadores dictadores. Combatió la injusticia y la corrupción, con el único objetivo de defender la Republica, heredada de sus mayores.
   La aplicación del 155, a todo un pueblo que quiere  avanzar en la modernidad y en la democracia, no ha mermado los anhelos de la mayoría del poble catalá. Todo lo contrario;  éste se ha reafirmado en el espíritu republicano.
¿Lo negativo?: Como consecuencia de la  falta de comprensión y de información, miedo … y todo un conjunto de confluencias, ha llevado a que muchos y muchas trabajadores de   Gramenet hayan dado su voto a unas candidaturas reaccionarias y populistas, con una ideología claramente ultra liberal y enemiga acérrima de los intereses de la clase trabajadora.  




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