viernes, 16 de abril de 2021

Rebeldes hasta ….el final: ANTONIO MUÑOZ Delis


Cronista de Gramenet inicia una nueva sección sobre personajes populares de nuestra ciudad . En un primer momento pensé en titularla “Personatges culumencs”, pero no acababa de convencerme , así que rebuscando hallé el que aparece más arriba.

La elección del nombre no es casual, su nombre es a conciencia, es como consecuencia de que esta sección va dirigida a las mujeres y hombres de nuestra ciudad que habiendo sobre pasando más de ochenta años de edad, se mantienen firmes en su lucha contra toda forma de opresión e injusticia.





 

ANTONIO MUÑOZ DELIS

Y no es casualidad que haya iniciado ésta sección con la biografía y vida de Antonio Delis, un viejo luchador que llegó a nuestra ciudad en el año 1965 , procedente del pueblo sevillano de Cañada Rosal,un pueblo que nació gracias a la emigración de ciudadanos procedentes de Europa central, principalmente Alemania. Así lo atestigua en la actualidad la concurrencia de apellidos como Hans, Duvison, Ruger, Filter, Delis .

                                       Placita de Cañada Rosal

A Antonio le ha sucedido lo mismo que a otros muchos otros andaluces y andaluzas: tuvo que salir de su tierra en busca de un futuro mejor, el que le negaban los terratenientes de su pueblo y de toda Andalucía, y le tocó emigrar a Catalunya. Y como muchos y muchas andaluzas Antonio nunca se arrepintió de haber echado profundas raíces en esta tierra. Antonio, desde un primer momento, vio claro que debía abrazar la nueva tierra e integrarse en ella, porque el futuro de sus hijos dependía de ello: De su pronta integración y de respetar la cultura catalana,eso sí jamás se olvidaría de su pueblo , ni de los culpables de que tantos miles de andaluces tuvieran que marchar. Gracias a esa aptitud de integración Antonio echó raíces colomenques y sigue amándola junto a sus cuatro hijos y siete nietos.

Conocí a Antonio hace más de 20 años, cuando vino a visitarme al negocio que yo regentaba en la Rambla, vino a felicitarme y animarme a que siguiera escribiendo aquellos buenos artículos en el Mirall. Acababa de escribir uno criticando el otorgamiento de la medalla de no se que a la Duquesa de Alba .Antonio se sintió muy identificado con aquel escrito, de echo él vive, todavía hoy, obsesionado en denunciar a todos los terratenientes andaluces, publicando un millón de datos de las fortunas que poseen y de las subvenciones injustas que reciben de la comunidad europea.

Lo abordo en la Plaça la Vila, en la concentración de la Marea Pensionista, mientras repartía una octavilla entre los concentrados denunciando las miles de hectáreas, cifras que marean a cualquiera, que acumulan los Duques y duquesas Medinaceli, Alba, Peñaranda,Villahermosa,Infantado, los condes de Romanones y los marqueses de Comillas y Mirabel, con la intención de denunciar la injusticia de la acumulación de tanta riqueza en tan pocas manos . Su acto de denuncia no es si no la confirmación de ser fiel a él mismo, de no cesar nunca de que los señoritos andaluces se bayan de rositas.


                                           Plaça la Vila de Gramenet

Le pregunto la edad y me confirma que ya cumplió los 86. Me quedo perplejo ante la respuesta; su lucidez e inteligencia no las veo en gente con muchísimos menos años que él, le propongo me cuente como ha conseguido mantener su rebeldía hasta hoy , empezando por la época de cuando se trajo a la familia del pueblo y se instaló a vivir en el Barri de Can Mariné.


-La primera batalla que inicié – empieza a relatarme Antonio- fue la de crear, conjuntamente con otros decididos padres, la Asociación de padres del colegio Público de Sant Just (era la segunda asociación existente en la ciudad,me aclara). No podíamos permitir que en una clase se amontonara 80 niños o niñas. También denunciamos el carácter fascista de los profesores de la época, muchos de ellos ni siquiera realizaron el magisterio, eran falangistas reciclados que presumían de haber rematado por la nuca a los rojos.


¿Y el barrio, como era Can Marine en los años 70?-le lanzo la pregunta a Antonio.

- Ya te puedes imaginar: No había alumbrado publico, las calles sin asfaltar eran un fangal cuando llovía y una nube de polvo en épocas estivales-recuerda Antonio.

-Como a nivel individual no nos hacia caso cuando acudíamos al Ayuntamiento a solicitar mejoras en uestras calles,empezamos a reunirnos los vecinos y vecinas más conscientes del Barri de Can Mariné a ver de como enfocar nuestras reivindicaciones . De esas reuniones informales, llevadas a cabo en los bares o en cualquier esquina , se vio la necesidad de crear una Asociación que aglutinara a los vecinos , así como la de reivindicar un local para reunirse .

- De aquel enorme esfuerzo vecinal -prosigue Antonio- conseguimos recuperar la Masía de Can Marine ( y me recuerda cuando ésta era un bar, donde por la noche se llevaban a cabo “timbas de cartas”, con mucho dinero de por medio) y el descampado que había enfrente, que hoy es la Plaça Carles Valls.

- Le dediqué mucho tiempo a la Associació -relata Antonio, echando mano de su inmensa memoria -,la bonita unidad reinante y el entusiasmo desinteresado de todos sus miembros eran primordiales para que su funcionamiento fuera democrático y transparente. Y prueba de ello el barrio recuperó su dignidad que disfrutamos hoy. Después ,con la venida de la incipiente democracia, entramos en un letargo de dejarlo venir, pensando que como los que gobernaban en el Ayuntamiento eran de los nuestros ya no hacia falta empeñarse a fondo en solicitar mejoras para el barrio.

-Gran error el nuestro - me reconoce Antonio- , hoy, la Asociación se parece más a un departamento más de el Ayuntamiento que a una entidad que debería velar por ayudar a resolver los problemas del barrio, que haberlos aylos. Y, me recalca, que no pierde la esperanza de que las Asociaciones vuelvan a tener el carácter reivindicativo que tuvieron .


Conjuntamente con las compañeras y compañeros de la Marea Pensionista empezamos a caminar para manifestarnos por las calles de la ciudad. Se grita: que la pensiones salgan del presupuesto, no al Pacto de Toledo y otras consignas a favor de las pensiones públicas. Antonio lleva acudiendo todos los lunes, desde su inicio, a todas las concentraciones de la Marea Pensionista . Cree que debemos defender el futuro de las pensiones, si dejamos que las recorten o las vallan privatizando el futuro de nuestros hijos y nietas será peor que el nuestro.


- Será la primera que las s generaciones futuras vivan peor que sus padres y abuelos, un mundo al revés - Sentencia Antonio.


Mientras caminamos por la boca de Antonio surgen borbotones de experiencias y luchas que darían para llenar una gran enciclopedia, es un inacabable manantial de pura rebeldía. Y le animo a que escriba sus memorias para dejarlas en legado a las futuras generaciones, como ejemplo de entrega a la lucha por justicia y contra de la desigualdad. Ejemplos de dignidad como la suya no pueden caer en el olvido.

3 comentarios:

  1. Decirle al amigo Fermín que mi segundo apellido es Delis, y no Denis.Gracias Frmin

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  2. gran entrevista me encanto sería importante que escribieras sus memorias saludos el pola de cañada

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  3. La marea pensionista de Catalunya deberia identificar como oportunidad la apuesta por la Republica de Catalunya. Proyectar el potencial de desarrollo de la sociedad catalana sin el expolio y maltrato constante del estado español es la mejor apuesta realista frente a un estado español fallido y anclado en la involucion permanente.

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