viernes, 29 de junio de 2018

Cuadernos de verano: El muro

        El Muro


Fe es de una de aquella mujeres que nunca admitió la verdad deformada.Ella consiguió salir  de la caverna desde muy joven. Enseguida comprobó in situ que habiendo nacido y crecido en el bando vencedor, geográficamente, en Las Arribes fronterizas de Castilla y Portugal, en un pueblin llamado Ahigal de los Aceiteros

. En realidad esa victoria fascista sólo había acentuado la miseria centenaria que padecía su pueblo .Una tierra donde el fascismo se nutrió de nobles campesinos, para parar el avance rojo-masón bajo el engaño de que éstos les arrebatarían sus miserables e improductivas tierras de guijarros.

Fe ardía en deseos de salir de esa mentira . Y, un día de Mayo 68, decidió marchar de su olvidado pueblo , en busca de  la verdad próspera y auténtica. Esa verdad, que según se la describió en las cartas desde Barcelona, su amiga Eva se escondía detrás de un desconocido Muro . Pero Fe tuvo la mala suerte de equivocarse del camino correcto que habría de llevarle a atravesar el auténtico Muro. Porque acabó encontrándose en Madrid fregando suelos, en un colegio monjil exclusivo de ĺas hijas de los franquistas vencedores. Pero su amiga Eva le seguía animando, desde Barcelona, que huyera de esa ratonera y cogiera el primer tren que le podía llevar a traspasar el auténtico Muro, que allí se encontraría con otras mujeres, mucho más humanas y solidarias que las  Carmelitas explotadoras. Fanny, después de mandar a tomar viento a las religiosas inquisidoras, se dirigió caminando hacia la vieja estación de Atocha. Subió al viejo tren y enseguida quedó dormida. Se despertó sobresaltada al escuchar, a través de los nesgruscos altavoces de la Estación de Francia:¡ Estación Barcelona!. Allí la estaba esperando su amiga Eva.Se abrazaron largamente, mientras les brotaban de sus ojos auténticas lágrimas de sinceridad. Mientras ambas caminaban hacia el Arc del Trionf barcelonés , fueron relatando sus vivencias; desde que se separaron hace ahora un año exacto en aquel pequeño pueblo arribeño.Subieron al SC, autobús que les llevaría a Santa Coloma, lugar desde donde intentarían, las dos juntas, atravesar el Muro que les llevaría a intentar conquistar la libertad. Pero Eva no cesaba de advertirle a Fe que ese camino no sería nada fácil, todo lo contrario, sería difícil y doloroso. Fe le devolvió una sonrisa tranquilizadora a Eva, recordándole que el futuro que se avecinaba no  podía ser peor que el vivido en las Arribes.
Fe, en el 1968, necesitaba tener un salario para ser independiente y enviar algo a su padres y hermanos que aún permanecían en Ahigal de los Aceiteros.

Fe abandonó el servicio domestico hastiada del trato

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