Duro fue el tiempo del confinamiento, pero más duro está siendo el verano: no cesan los brotes del COV-19 ni tampoco la semilla que los extiende. A veces culpan a los locales de ocio de que no remitan y otras culpan a los jóvenes y a sus botellones. Sin embargo nadie se reprime de reunirse con amigos y familiares -soy uno de ellos- para compartir unas birras o una comidica.Y todo lo realizamos como si fuera el ultimo acto lúdico de nuestra vida, como si fuéramos a contagiarnos en cualquier momento y hubiéramos desaprovechado el ultimo atracón culinario, rodeado de los amigos y familiares. Y así llevamos reincidiendo en el comportamiento quotidiano, desde que en Junio superamos la famosa tercera fase: comer,beber y nada de distanciamiento social preventivo anticontagio. En realidad estamos imitando el comportamiento de la ”Generación Perdida”, que así llamaron a la generación que padeció los efectos mortíferos de la primera y de la segunda guerra mundial: Hartos de muerte y más muerte optaron por vivir la vida como una fiesta interminable , ya que temían ser ellos las próximas victimas. Así fue como la mayoría de ellos fallecieron, no como victimas de las guerras, sino por haberse auto destrozado sus hígados y páncreas.
Mucha gente de mi generación,criados en la lucha por la democracia y en contra de toda opresión, acostumbrados a la sencillez en todos los aspectos de la vida: Comiendo y bebiendo lo justo a sabiendas que existen millones de personas que no prueban bocado, no acabamos de romper esta nueva cadena de ¡Queremos festa, la vida es una festa!! y nos adherimos a ella aunque sea a regañadientes, no vaya a ser que el puto COV-19 nos enganche y nos lleve palante.
Tengo ganas de que finalice el verano, a ver si el govern,el gobierno , o la madre que los parió a todos, dejan de pensar en la puta economía y optan por alguna medida disuasoria anticontagio, para que por lo menos los fallecidos solo lo sean por el COV19 y eviten que revienten los hígados y los Páncreas del personal fiestero. ¿Que es duro lo que escribo? , más duro es soportar y ver los numerosos botellonazos y reuniones masivas del resto del personal,con la mascaras cubriéndoles los pescuezos, que al recibir alguna critica por su comportamiento siempre te responden: “Que de algo hay que morir”.
Ernest Hemiway (1899-1961),escritor y periodista norteamericano, uno de los representantes genuinos de la generación perdida, después de estar presente en la primera guerra mundial, en la guerra civil española y en la segunda gran guerra, cubriéndolas como periodista, solo padeció pequeños arañazos en ellas. Acabó suicidándose porque ya su cuerpo no podía celebrar más fiestas,debido a que su hígado estaba hecho trizas de haber engullido tanto Mojito y Daikirí.
Pues eso.. que llegue Septiembre, a ver si cambiamos la dinámica y rebajamos el número de muertos y enfermos crónicos por culpa de tanta Fiesta
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