Por fin llegó….. el amor (1)
El Joan era demasido tímido para sus recién cumplidos veinte
años. Mientras sus colegas de universidad esperaban la llegada del viernes como
algo especial para darle suelta y desenfreno al sexo y el alcohol, él prefería
quedarse en casa y matar el tiempo frente al ordenador o leyendo un buen libro.
Loren, la madre de Joan,
estaba preocupada por la actitud pasiva que su hijo tenía en lo
referente a la diversión . También le preocupaba que todavía no hubiera traído
a casa a ninguna chica de su edad; ni como amiga, y como novia menos. Pero por
otro lado, como madre, estaba orgullosa de que su hijo fuera buen estudiante y
mejor hijo. Conseguir un hijo perfecto era imposible –le había asesorado Lluis
el psicólogo de la familia- y menos en los tiempos que corrían; donde, bajo su
óptica de madre sexagenaria, el mundo era un peligro constante, sobre todo para los adolescentes,
ya que estaban expuestos a miles de peligros y tentaciones; como el abuso del
alcohol y la ingestión de todo tipo de
drogas.
Caty era una colega universitaria del Joan, que al igual que
él no llegaba a los veinte y un años de edad. Al contrario que al Joan, a Caty se
le despertó el instinto sexual demasiado temprano, porque sin cumplir apenas
los dieciséis ya experimentó el sexo con
unos de sus primos, durante las fiestas del
pueblo de sus padres, en la provincia de Zamora, al que solían ir de vacaciones cada Agosto.
Caty era excesivamente liberal para su corta edad, por lo
que no tenía excesivos problemas para cambiar de chico. Ella necesitaba
experimentar nuevas sensaciones, por lo que le llevaba, continuamente, a
fijarse en chicos atractivos, no para hacer proyectos de largo alcance sino
para aumentar su colección particular de conquistas.
Joan no ponía excesivo interés en prefabricarse, en el
cerebro, un modelo de mujer para su futuro. Tenía claro que la chica que le
llamase la atención debería surgir de forma espontánea. No sabía dónde ni
cuando. Él se sentía lo suficientemente seguro para poder decidir cuando llegaría
ese momento. Ahora había decidido centrarse en su estudios, por lo que le dedicaba demasiado
tiempo a preparar los exámenes, para evitar no repetir ninguna asignatura.
Loren alababa la
sensatez de su hijo, si embargo echaba a faltar que éste no quedara con los
amigos para divertirse los fines de semana, cosa natural de la juventud, por lo
que no desaprovechaba la ocasión para recordárselo. Pero lo hacía con tiento, tampoco
quería abrumarlo con sus consejos. De vez en cuando le animaba a que telefoneara
al Enric y al Fonsu, sus dos mejores amigos desde la niñez, para salir con
ellos. Pero su hijo siempre le respondía negativamente; -Mama a ellos les gusta
solo la música reggae y a mí no me dice nada.-Le argumentaba siempre a su madre.
Caty estaba tumbada encima de la cama de su habitación
repasando los contactos del wassap de su smarphone . Por aquellos días había
roto con su última conquista, por lo que solo pensaba en su próxima presa
amorosa. Repasaba, una y otra vez, todos los perfiles masculinos de su agenda y
no acababa de decidirse por ninguno, a casi todos les ponía pegas: Este es
bajito, el otro demasiado heavy, aquel demasiado
gordito, al Jonathan, que le llamaba más la atención, acababa de iniciar una
nueva relación con la Petra, la empollona de clase. –Uff… que difícil me lo
estáis poniendo.-resoplaba, cada vez que
descartaba algún chico….Continuará
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