jueves, 26 de mayo de 2022

La memòria del Covid-19



Ya han transcurrido dos años  desde que escribí este relato, en homenaje a todas las personas que sufrieron en sus propias carnes la Pandèmia. Hoy, repasando mis escritos, lo volví a leer y se me volvieron a saltar las lágrimas.Y ,por ello, creí necesario volverlo a publicar. Fueron muchas las personas que fallecieron, o quedaron afectadas,por la maldita Pandemia para que no la olvidemos tan pronto, a sabiendas de que  aún  no se marchó definitivamente y anda dando  coletazos 


 RELATO DE UN AFECTADO COVID 19

Yo lo escuchaba todo dentro de mi, estaba aislado en una habitación del hospital. Mi memoria febril iba encontrando las mejores postales de mi anterior vida. Con ellas tenía el propósito de construir un libro y legarlo a mi familia, esposa, hijas y nietos. Cuando llegué al tiempo de mi juventud sentí una alegría inmensa, detrás de la postal tenía escrita a mano la fecha del verano de 1976 y también ponía : Massanet. La instantánea recogía un momento de la barbacoa, que solíamos hacer en el terreno. Quiero continuar en Massanet pero la fiebre incontrolada me transporta de un lado a otro sin que yo pueda hacer nada para detenerla en aquella postal jugando con mis nietos, tampoco se detiene cuando me abrazaba a mi hijo celebrando un golazo por las escuadra de  Messi. Quiero gritarle a la enfermera que me atiende para hacerle saber que mis pulmones necesitan oxígeno, pero en el limbo del sueño no puedo emitir ni el más mínimo auxilio y todas las postales de color se están diluyendo y todo se está volviendo gris oscuro. Reconozco ese maldito momento, en los treinta días que llevo postrado en la cama del hospital me ha visitado varias veces, pero yo quería recuperar las postales coloridas de mi vida anterior, no quería morir, No! y por ello movía la cabeza de lado a lado de la almohada. Me doy por vencido y comienzo a  despedirme  de mi amada esposa, de mis dos hijos y de mis tres nietos. Adiós vida desagradecida. Pero de golpe siento un cierto alivio en mis pulmones, los oigo aletear de alegría, vuelvo  a  conseguir salir de la oscuridad. Y de nuevo comienzo a recuperar las bonitas postales de setenta años de vida. Hoy, 10 de Mayo, he salido del hospital. .

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