Una mañana calurosa de verano, de hace varios años, abordé a Pedro Valenzuela el anterior alcalde Loperano,perteneciente a Izquierda Unida. Le propuse realizar un monumento en recuerdo de todos los cientos de loperanos y loperanas que habían esturreados por el planeta tierra. Me sorprendió gratamente su respuesta. : - Fermín tus deseos son ordenes para mí, pongámonos manos a la obra.
Estuvimos el alcalde,mi prima Ani y Pedro Monje el escultor y pintor ,callejeando Lopera toda una larga mañana,cogiendo ideas sobre como debería ser la escultura y,sobre todo, buscábamos que el lugar donde debería ir emplazado fuese simbolico y conocido por todos los loperanos y loperanas.
Al final decidimos, entre todos, que se debería hacer un monumento sencillo, que representara al emigrante en el momento de partir hacia otras tierras. Por ello nos decidimos representar al emigrante con su maleta, despidiendose de su exposa joven que tenía en sus brazos a un niño de corta edad. El lugar del emplazamiento del monumento no podía ser otro que aquel donde el viejo coche correo,autobús,recogía a los emigrantes para llevarlos a la cercana estación de ferrocarril de Villa del Rio.
Ya estaba todo decidido, teníamos un año para hacerlo e inaugurarlo.
El monumento fue oficialmente inaugurado por la nueva alcaldesa y por importantes personalidades de la Junta de Andalucía, algunos de los cuales está procesado por los famosos ERES, los que nos estuvimos presentes en la inauguración fue mi amigo Pedro Valenzuela, el anterior alcalde y un servidor. Las dos personas, que junto a mi prima Ani, fuimos los verdaderos impulsores de que este bello monumento al Emigrante, del fallecido artista loperano Pedro Monje, fuera una realidad. Algún día la historia local deberá de reponer esa fea acción.
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