Para Petry Jimenez
Estimada Petry:
En primer lugar; quisiera advertirte que no es para mí nada cómodo escribirte estas líneas, porque, posiblemente, nuestros entornos socio políticos observaran algún atisbo de renuncia de nuestros diferentes modelos filosóficos de entender la ciudad. Pero me parece urgente, de necesidad, que esta carta mía te llegue lo antes posible, porque en ella te solicito que medies para que la nueva biblioteca del Fondo lleve el nombre de una de las personas que más se dejó la piel en pro de la cultura y a favor de la integración de los emigrantes que llegamos a Santa Coloma , expulsados por los caciques y terratenientes, me estoy refiriendo al reconocimiento de la persona de Jaume P. Sairach.
En segundo lugar; me gustaría disculparme por si en una primera lectura tuya de esta diatriba, te sintieras ofendida, o entendieras que mi observaciones estuvieran fuera de lugar , te solicito que no la rompas; aparcarla en cualquier rincón de tu memoria y , después, cuando escuches aquellos versos, que algún día recitamos juntos, de Miguel Hernández: “Para la libertad; canto lucho y pervivo “, te ruego vuelvas a releerla por si acaso pudiera convencerte en mi solicitud.
Me hubiera gustado que esta carta fuese más extensa, para poder argumentarte cientos de razones, sobre las que me baso en mi solicitud sobre que la futura Biblioteca del Fondo lleve el nombre de mi amigo Jaume P. Sairach. Pero he decidido que solo te voy a resaltar la que me parece más interesante y vital:
Corrían los años setenta del siglo pasado, recién llegado de mi querida Lopera. Atrás dejé unos fallidos estudios de bachillerato; la incultura de mis padres impidieron mi gran obsesión de la niñez, que no era otra que leer y leer todo lo que cayera en mis manos. Era un autoaprendizaje desbocado no válido para un niño yuntero.
Un día, paseando por las calles del fondo, me tropecé con una pequeña escalinata que me transportó a un portalón que en nada se parecía a la puerta de la iglesia gótica de mi pueblo: ¡ Estaba entrando en una iglesia que se llamaba de Sant Joan Bautista!. Tiempo más tarde comprendí porque su fachada y su puerta tenían, comparada con la iglesia de mi pueblo, ese aspecto tan sobrio y pobre.
Con miedo a lo desconocido entre tímidamente al portal de ese edificio, que en nada se le parecía a uno religioso. Tímidamente fui penetrando en su zaguan y cual no sería mi sorpresa al hallarme delante de unas desvencijadas estanterías repletas de libros. Y no sé si fue el azar, mi destino o el espíritu santo, lo que llevaron a mis manos a sacar de ellas un libro que marcaría mi pubertad, mi juventud y mi madurez, ese encuadernado era: “Donde la ciudad cambia de nombre”, del desaparecido Paco Candel.
Con la lectura, de un tirón, de ese semi prohibido y censurado libro, llegué a comprender en un tiempo record: Porqué tuve que salir de mi pueblo, porque vivía en unas calles sucias, sin luz, sin asfaltado… como era la calle Mozart . Comprendí,tambien, que yo era un emigrante del sur caciquil y que ahora vivía en los aledaños de una Barcelona industrial repleta de explotadores . Comprendí que tenía que organizarme, que tenía que luchar, legal y clandestinamente, para poder intentar cambiar la situación de pobreza e incultura en la que nos hallábamos miles de emigrantes ibéricos.
Amiga Petry; con la lectura de ese libro que te he mencionado, comprendí que abrazar todo ese mundo que Candel describía; de miseria, lucha y solidaridad, me alejarían de ese otro sueño que tenía de hacer fortuna y regresar rico a mi pueblo. Porque la diferencia entre los que abrazamos la causa de lucha y solidaridad con respecto los que optaron por las camisas azules del movimiento franquista, todavía pervive en las calles de nuestra ciudad: Especulación, corrupción , privilegios...
Estimada Petry, no quiero cansarte más, creo, para mis adentros, que ya justifiqué de sobra porque te solicito, de manera humana y sincera, que posibilites que la futura biblioteca del fondo lleve marcada el recuerdo de una persona que consiguió que cientos de colomenses salieran de la caverna platónica de la ignorancia.
Es posible que algunos sectores de la ciudad te soliciten que la biblioteca del fondo lleve otro nombre, la de un alcalde fusilado , por ejemplo, respóndeles que ese alcalde se merece algo más, se merece que su nombre esté grabado en una céntrica plaza, para que la gente sepa que los fascistas lo fusilaron por ser un hombre bueno.
Quiero despedirme de ti rogando que recibas esta carta sin ninguna otra intención que; la de que evites que se cometa una gran injusticia con la memoria histórica reciente . No veas en ella ningún reproche ni maldad , en todo caso un poquito de oportunismo por mi parte, porque debo admitir que me estoy aprovechando de una vieja y sincera amistad, entre ambos, que se gestó hace demasiado tiempo.
Es posible que esta carta ablande tu sincera honestidad, ¡! Ojalá !!, pero también puede suceder que tu entorno te martilleé con la vieja teoría que al enemigo ni agua, tú misma , solo puede apuntalar mi petición con otra cita de mi amigo Miguel Ordoñez: “De que el tiempo pone a cada uno en su sitio”.
Recibe un sincero abrazo del tuyo siempre
FERMIN CHUECO ARTERO
ARTAS PARALELAS
A Jaume P. Sairach
Estimado Jaume:
Te escribo con urgencia, de la manera que redactábamos la octavillas clandestinas en tu iglesia del fondo. Y es que alguien con mucha mala leche pretende robarnos tu memoria.
Como ya habrás leído en mi carta a la Petry, en la que le solicito que la Biblioteca del Fondo lleve tu nombre , en ningún momento hablo de ti como cura que eres, ni de tu labor pastoral. Eso se lo dejo a tus amigos cristianos. Solo resalté la gran labor que llevaste a cabo para ayudar a muchos jóvenes del fondo, y de toda la ciudad, a que descubrieran que existía un mundo diferente al de los bares y discotecas; como era la necesidad de tener una mínima cultura que nos posibilitara descubrir la verdad a la luz del sol y no el de la verdad deformada de la dictadura de la época.
Amigo Jaume; todo el mundo sabe que ayudaste a muchos jóvenes colomenses, a superarse para salir de la Gramanet gris de la dictadura. A otros, como es mi caso y el de bastante gente maja, también nos echaste una mano, aunque fuera de forma indirecta. No quiero repetir los argumento que le expuse a la amiga Petry, sobre tu labor de culturalización de los jóvenes del fondo, solo pretendo que sepas que otros muchos jóvenes, que optamos por otras alternativas de lucha, diferentes a las del que fuera tu partido , el PSUC, fue en buena medida a ese primer empujón que tus nos distes.
Estimado Jaume: Quiero que sepas, como se lo recordé a la amiga Petry, porque lo hicimos juntos, mi frustrado bachillerato loperano pude culminarlo en el Puig Castellar, gracias en buena medida a que provocastes, no solo en mi persona, ese necesario espíritu de superación, es decir salir de la miseria humana de la incultura. Yen mi caso concreto a lograr que algún día pudiera escribir con la facilidad y armonía que lo hacías tú en la revista Grama. (¡Ah Jaime! me costó sudor y lagrimas pero también llegué a la Universidad).
Para Jaume P.Sairach
Estimado Jaume:
La presente es para desearte, en primer lugar, que te encuentres bien de salud, nosotros bien gracias a la sanidad pública.
El motivo de mi carta es para comunicarte que amigos y amigas tuyos te queríamos dar una agradable sorpresa; como era la de comunicarte que los que gobiernan la ciudad había accedido a nuestra petición de que la nueva biblioteca del Fondo llevara tu nombre,en homenaje a tus largos años de entrega voluntariosa y altruista en pro de enseñar al que no sabe, en consonancia con tu fe cristiana.
Pero, ¡malditos peros!, el efecto sorpresa se fue al carajo debido,sobretodo, a que a alguien ha dinamitado la ilusión colectiva de ese puñado de tus buenos amigos: Nadie, de los que gobiernan el Ajuntament, se quiere comprometer con nuestra petición, alegando no se cuantas excusas.
Jaume, quiero que sepas que soy consciente de que todo este inusitado interés mío, y de muchas otras personas, a favor de que la biblioteca del Fondo lleve tu nombre, pueda llevar a malas interpretaciones, no solo a ti, sino también a nuestros entornos, máxime cuando he podido comprobar que algunos de los tuyos y de los míos, ideológicamente hablando, son reacios a que la biblioteca lleve tu nombre.
Y es que tengo que aclararte que algún acercado, de los gobernantes locales, anda por ahí confundiendo al personal, dando lugar a que amigos tuyos y míos anden todavía con dudas sobre la idoneidad de
reconocerte la gran labor que llevaste a cabo , y que para mi la continuas llevando,en el barrio de tu alma y en toda la ciudad.
Creo, Jaume, que toda esta movida servirá para limar asperezas,y ablandar duros, durísimos corazones, de esos y esas que no sabemos porqué motivos, ni que razones , se empeñan en crear un absurdo conflicto . Todos esperamos que recapaciten para que , al final, relicen un bello gesto en pro de la memoria histórica reciente de nuesta querida Gramenet .
Pero también es posible, Jaume, que a pesar de todas las peticiones que venimos realizando, a los que tienen potestad legal para que la Biblioteca del Fondo lleve tu nombre, hagan caso omiso, una vez más, a una petición popular y natural. Quiera tu díos que eso no suceda, porque crearía un precedente bastante peligroso.
Como también es posible que, para curarse en salud, las señorías gobernantas, y lo digo bien en femenino, opten por una tercera vía, salomónica: Ni la tuya, ni la otra. Y al final le pongan el nombre de un amigo-a del partido.
Lo que si te puedo asegurar, estimado amigo, es que decidan lo que decidan, la nueva biblioteca del Fondo siempre será la cosecha de lo que tú, y todos los que militaban en el barrio, sembrasteis en aquella sencilla otrora biblioteca popular de tu parroquia.
la mientras dure la mala leche inicial, lo escraches del espray aparecerán, como forma de protesta pacífica.
Es posible que todo este agrio debate no te guste, te conozco lo suficiente para saber de antemano que no te gusta la aridez política entre los que nos denominamos progresistas, y que estamos seguros que sabrás encajar las decisiones que, a la fin, tome el consistorio.
Pero por una vez te rogamos admitas que un grupo de amigos/as colomenses nos pongamos serios, en plan reivindicativo de los años setenta del siglo pasado, para solicitar que se evite una nueva injusticia en esta nuestra castigada ciudad.
Muchos amigos me preguntan quién me enseñó a escribir mis artículos, ya que se extrañan de que sin ser un periodista titulado no lo hago tan mal. Cuando les respondo que es gracias a tí, se quedan con caras extrañadas y de interrogación, y es que no acaban de comprender que a pesar de la distancia ideológica que nos separa, en muchas ocasiones, tú hayas podido influir en mi formación.
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